La economía mostró una mejora notable en julio de 2024, según el informe del Banco Central publicado hoy. El Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) creció un 4,2% en comparación con el mismo mes del año pasado, superando las expectativas de los analistas y marcando una clara recuperación respecto al crecimiento débil de junio, que había sido solo del 0,2%. El Imacec desestacionalizado aumentó un 1,0% en comparación con el mes anterior y un 2,8% en términos anuales. Este avance se debe a un crecimiento generalizado en todos los componentes del índice, destacándose especialmente los sectores de servicios e industria. En particular, la producción de bienes creció un 3,4% anualmente, impulsada por el aumento en la industria y la minería. El sector no minero también mostró un sólido desempeño con un incremento del 4,4% anual y un aumento desestacionalizado del 1,5% respecto al mes anterior. La producción de alimentos, especialmente en la industria pesquera, y la minería, destacándose en la extracción de litio y cobre, jugaron un papel crucial en estos resultados positivos. Sin embargo, la minería experimentó una caída del 2,5% en términos desestacionalizados. El comercio, por su parte, experimentó un crecimiento del 4,9% en términos anuales, con un notable aumento en el comercio mayorista impulsado por las ventas de maquinaria, equipo y enseres domésticos. No obstante, la actividad comercial desestacionalizada mostró una contracción del 1,8% respecto al mes anterior, debido a la disminución en el comercio minorista. En el ámbito de los servicios, se registró un aumento del 5,3% anual, impulsado por la mayor actividad en los servicios de educación, gracias a una semana adicional de clases por el cambio en el calendario de vacaciones de invierno, y en los servicios de transporte. Los servicios desestacionalizados crecieron un 1,6% en comparación con el mes previo, destacándose los servicios personales y empresariales. Este desempeño supera las expectativas de los analistas, quienes habían proyectado un crecimiento del Imacec entre el 2,2% y el 3,4% para el mes de julio.
El Banco Central publicó hoy el Informe de Política Monetaria (IPoM) correspondiente a junio, revelando ajustes significativos en las proyecciones económicas del país. Según el informe, la economía chilena ha seguido una trayectoria acorde con lo anticipado en el reporte de marzo, con indicadores de actividad que muestran una recuperación progresiva y un desempeño de la demanda que supera ligeramente las expectativas iniciales. Uno de los puntos destacados del informe es el aumento en las proyecciones de inflación, particularmente hacia el año 2025. Este incremento se atribuye principalmente al impacto del alza en las tarifas eléctricas, liberadas tras el término del congelamiento vigente desde 2019. Se espera que este fenómeno genere un aumento de 1,45 puntos porcentuales en la inflación proyectada para junio de 2025, complicando así la convergencia hacia la meta del 3% establecida para 2026. El IPoM también subraya el impacto positivo del aumento en el precio del cobre, aunque advierte que este fenómeno responde a factores tanto transitorios como persistentes. Este elemento se espera que contribuya de manera favorable al panorama económico en el corto plazo. En cuanto a las previsiones de crecimiento económico, el informe estima que la economía chilena podría expandirse entre un 2,25% y un 3% durante el presente año, una ligera revisión al alza respecto a las proyecciones anteriores. No obstante, se espera que el rango de crecimiento se estreche gradualmente a medida que avance el año. El Gobierno también ha confirmado el incremento escalonado de las tarifas eléctricas, que podría resultar en aumentos de entre un 50% y un 60% a partir del próximo 1 de julio. Esta medida, destinada a normalizar el mercado tras años de congelamiento, se suma a los factores que podrían afectar el ingreso disponible de los hogares chilenos en los próximos meses.
El Banco Central lanzó su primer Informe de Política Monetaria (IPoM) del año 2024, proporcionando una visión exhaustiva de la situación económica nacional, sus proyecciones y cómo estas influirán en la gestión de la tasa de interés. Según el informe, se espera que el Producto Interno Bruto (PIB) del país crezca entre un 2% y un 3% durante el presente año, una mejora significativa en comparación con las cifras proyectadas en diciembre pasado, que oscilaban entre el 1,25% y el 2,25%. Este incremento se atribuye en gran parte a la aceleración de la actividad económica durante el primer trimestre. Para los años 2025 y 2026, el Banco Central proyecta un crecimiento del PIB dentro de un rango de entre el 1,5% y el 2,5%, con la economía tendiendo hacia su tasa de crecimiento potencial. En cuanto a la inflación, el informe destaca que experimentó un rápido descenso desde los picos alcanzados en 2022, acercándose cada vez más a la meta del 3% anual. Sin embargo, los datos más recientes de enero y febrero superaron las expectativas previas, atribuyéndose esto, entre otros factores, a la depreciación del tipo de cambio, aumentos en los precios externos y ajustes en algunos precios locales. En consecuencia, se ha revisado al alza la perspectiva de inflación para diciembre de 2024, pasando del 2,9% y 3,2% previamente proyectado a un 3,8%. Este ajuste se ve influenciado por la depreciación del tipo de cambio, el deterioro de los factores de costos globales en los últimos meses (incluido el precio del petróleo) y la mayor inflación observada a principios de año. La convergencia de la inflación hacia el rango meta se prevé dentro de un horizonte de dos años, mientras que se anticipa que los recortes en la Tasa de Política Monetaria (TPM) continuarán, ajustándose en magnitud y temporalidad de acuerdo con la evolución del panorama macroeconómico. El informe también señala que los principales riesgos para la política monetaria provienen del ámbito externo, destacando el deterioro geopolítico internacional, incluidos conflictos en Medio Oriente y la situación en Ucrania, así como la preocupación por la debilidad de la economía china. Además, se menciona que las dudas sobre la inflación se centran especialmente en Estados Unidos, donde la economía ha mostrado una notable resistencia, respaldada por la dinámica del mercado laboral y el consumo privado. En cuanto al comportamiento reciente de la inflación, se destaca que tanto el componente minero como el no minero del Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) han mostrado resultados algo mejores de lo esperado, debido a una combinación de mayor demanda externa, factores de oferta y ciertos elementos asociados a un mayor impulso local. Sin embargo, el Banco Central advierte que, debido a la naturaleza transitoria de algunos de estos elementos, se anticipa una desaceleración en los próximos meses en línea con las consideraciones del IPoM anterior.
La economía mostró una mejora notable en julio de 2024, según el informe del Banco Central publicado hoy. El Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) creció un 4,2% en comparación con el mismo mes del año pasado, superando las expectativas de los analistas y marcando una clara recuperación respecto al crecimiento débil de junio, que había sido solo del 0,2%. El Imacec desestacionalizado aumentó un 1,0% en comparación con el mes anterior y un 2,8% en términos anuales. Este avance se debe a un crecimiento generalizado en todos los componentes del índice, destacándose especialmente los sectores de servicios e industria. En particular, la producción de bienes creció un 3,4% anualmente, impulsada por el aumento en la industria y la minería. El sector no minero también mostró un sólido desempeño con un incremento del 4,4% anual y un aumento desestacionalizado del 1,5% respecto al mes anterior. La producción de alimentos, especialmente en la industria pesquera, y la minería, destacándose en la extracción de litio y cobre, jugaron un papel crucial en estos resultados positivos. Sin embargo, la minería experimentó una caída del 2,5% en términos desestacionalizados. El comercio, por su parte, experimentó un crecimiento del 4,9% en términos anuales, con un notable aumento en el comercio mayorista impulsado por las ventas de maquinaria, equipo y enseres domésticos. No obstante, la actividad comercial desestacionalizada mostró una contracción del 1,8% respecto al mes anterior, debido a la disminución en el comercio minorista. En el ámbito de los servicios, se registró un aumento del 5,3% anual, impulsado por la mayor actividad en los servicios de educación, gracias a una semana adicional de clases por el cambio en el calendario de vacaciones de invierno, y en los servicios de transporte. Los servicios desestacionalizados crecieron un 1,6% en comparación con el mes previo, destacándose los servicios personales y empresariales. Este desempeño supera las expectativas de los analistas, quienes habían proyectado un crecimiento del Imacec entre el 2,2% y el 3,4% para el mes de julio.
El Banco Central publicó hoy el Informe de Política Monetaria (IPoM) correspondiente a junio, revelando ajustes significativos en las proyecciones económicas del país. Según el informe, la economía chilena ha seguido una trayectoria acorde con lo anticipado en el reporte de marzo, con indicadores de actividad que muestran una recuperación progresiva y un desempeño de la demanda que supera ligeramente las expectativas iniciales. Uno de los puntos destacados del informe es el aumento en las proyecciones de inflación, particularmente hacia el año 2025. Este incremento se atribuye principalmente al impacto del alza en las tarifas eléctricas, liberadas tras el término del congelamiento vigente desde 2019. Se espera que este fenómeno genere un aumento de 1,45 puntos porcentuales en la inflación proyectada para junio de 2025, complicando así la convergencia hacia la meta del 3% establecida para 2026. El IPoM también subraya el impacto positivo del aumento en el precio del cobre, aunque advierte que este fenómeno responde a factores tanto transitorios como persistentes. Este elemento se espera que contribuya de manera favorable al panorama económico en el corto plazo. En cuanto a las previsiones de crecimiento económico, el informe estima que la economía chilena podría expandirse entre un 2,25% y un 3% durante el presente año, una ligera revisión al alza respecto a las proyecciones anteriores. No obstante, se espera que el rango de crecimiento se estreche gradualmente a medida que avance el año. El Gobierno también ha confirmado el incremento escalonado de las tarifas eléctricas, que podría resultar en aumentos de entre un 50% y un 60% a partir del próximo 1 de julio. Esta medida, destinada a normalizar el mercado tras años de congelamiento, se suma a los factores que podrían afectar el ingreso disponible de los hogares chilenos en los próximos meses.
El Banco Central lanzó su primer Informe de Política Monetaria (IPoM) del año 2024, proporcionando una visión exhaustiva de la situación económica nacional, sus proyecciones y cómo estas influirán en la gestión de la tasa de interés. Según el informe, se espera que el Producto Interno Bruto (PIB) del país crezca entre un 2% y un 3% durante el presente año, una mejora significativa en comparación con las cifras proyectadas en diciembre pasado, que oscilaban entre el 1,25% y el 2,25%. Este incremento se atribuye en gran parte a la aceleración de la actividad económica durante el primer trimestre. Para los años 2025 y 2026, el Banco Central proyecta un crecimiento del PIB dentro de un rango de entre el 1,5% y el 2,5%, con la economía tendiendo hacia su tasa de crecimiento potencial. En cuanto a la inflación, el informe destaca que experimentó un rápido descenso desde los picos alcanzados en 2022, acercándose cada vez más a la meta del 3% anual. Sin embargo, los datos más recientes de enero y febrero superaron las expectativas previas, atribuyéndose esto, entre otros factores, a la depreciación del tipo de cambio, aumentos en los precios externos y ajustes en algunos precios locales. En consecuencia, se ha revisado al alza la perspectiva de inflación para diciembre de 2024, pasando del 2,9% y 3,2% previamente proyectado a un 3,8%. Este ajuste se ve influenciado por la depreciación del tipo de cambio, el deterioro de los factores de costos globales en los últimos meses (incluido el precio del petróleo) y la mayor inflación observada a principios de año. La convergencia de la inflación hacia el rango meta se prevé dentro de un horizonte de dos años, mientras que se anticipa que los recortes en la Tasa de Política Monetaria (TPM) continuarán, ajustándose en magnitud y temporalidad de acuerdo con la evolución del panorama macroeconómico. El informe también señala que los principales riesgos para la política monetaria provienen del ámbito externo, destacando el deterioro geopolítico internacional, incluidos conflictos en Medio Oriente y la situación en Ucrania, así como la preocupación por la debilidad de la economía china. Además, se menciona que las dudas sobre la inflación se centran especialmente en Estados Unidos, donde la economía ha mostrado una notable resistencia, respaldada por la dinámica del mercado laboral y el consumo privado. En cuanto al comportamiento reciente de la inflación, se destaca que tanto el componente minero como el no minero del Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) han mostrado resultados algo mejores de lo esperado, debido a una combinación de mayor demanda externa, factores de oferta y ciertos elementos asociados a un mayor impulso local. Sin embargo, el Banco Central advierte que, debido a la naturaleza transitoria de algunos de estos elementos, se anticipa una desaceleración en los próximos meses en línea con las consideraciones del IPoM anterior.