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18 de enero de 2023

OASIS DE NIEBLA DECLARADO SANTUARIO DE LA NATURALEZA

Ecosistemas de Cordillera de Costa El Santuario de la Naturaleza Oasis de Niebla Punta Gruesa se ubica en Iquique, Región de Tarapacá.

Contempla una extensión aproximada de 29,4 hectáreas.

Es parte de los ecosistemas de cordillera de costa que aloja una de las últimas poblaciones vivas del copao de Iquique, especie de cactus que está en peligro de extinción.

VALOR ECOLÓGICO DEL SANTUARIO DE LA NATURALEZA El “Oasis de Niebla de Punta Gruesa” presenta un ecosistema diferente al paisaje desértico de la costa de Tarapacá.

Su vegetación se mantiene gracias al efecto de la neblina costera o camanchaca, que ingresa desde el mar hacia la serranía costera.

Este fenómeno, además de contribuir a mantener la vegetación presente, constituye el hábitat adecuado para la fauna circulante del desierto costero y las especies visitantes como aves rapaces, que depredan sobre roedores, lagomorfos, reptiles y otras aves.

Esta solicitud se enmarca en la protección de la singularidad que caracteriza este sector, destacando la necesidad de “Promover el uso sustentable de la biodiversidad para el bienestar humano, reduciendo las amenazas sobre ecosistemas y especies”, como lo indica la “Estrategia Nacional de Biodiversidad 2017-2030” en sus objetivos estratégicos, así como proteger y restaurar la biodiversidad y sus servicios ecosistémicos.

IMPORTANCIA DE LA CONSERVACIÓN El principal objeto de conservación del Santuario de la Naturaleza es la especie Eulychnia iquiquensis, cactácea arborescente característica de los “ecosistemas de niebla”. Esta especie actualmente se encuentra en categoría de conservación “En Peligro” encontrándose incluida en el plan de Recuperación, Conservación y Gestión (RECOGE) de Flora Costera del Norte, liderado por el Ministerio de Medio Ambiente. Esta es una especie propia del norte de Chile distribuida desde la región de Arica y Parinacota hasta la región de Antofagasta.

Posee características que la hacen única de gran belleza y colorido. En la actualidad se conocen sólo doce poblaciones de iquiquensis en la costa de Tarapacá, por ello es imperioso su protección y conservación. Es necesario indicar que actualmente no existe regeneración natural de la especie en dicha población, por lo que se lleva a cabo un programa de forestación desde el 2011 en el sector de la mano de la botánica Raquel Pinto, experta que ha desarrollado un extenso trabajo de investigación en la zona.

COMPROMISOS INTERNACIONALES DE CHILE La declaración de santuario de la naturaleza de Punta Gruesa está totalmente en línea con los acuerdos alcanzados en diciembre de 2022 en la Conferencia de las Partes de Biodiversidad (COP15), que se realizó en Montreal, Canadá, luego de que 196 Estados se alinearon en torno a una meta que ayudará a proteger la naturaleza de la grave crisis de pérdida de especies y ecosistemas que enfrenta. Se establecieron importantes objetivos para 2030.

Uno de los cuales fue el acuerdo para proteger el 30% del planeta -tierra y océano- al año 2030, llamado también acuerdo 30×30, con un énfasis en las zonas de particular importancia para la biodiversidad y los servicios ecosistémicos. Según la evidencia científica, si contamos con al menos el 30% de protección de la naturaleza, esto podría otorgar al planeta la oportunidad de recuperarse y evitar la extinción de millones de especies.

A este respecto el SEREMI del medio ambiente Sr. Hector Derpich señalo que “es prioritario otorgar protección oficial a la población de estas cactáceas que habitan en el “Oasis de Niebla de Punta Gruesa” ya que los santuarios de la naturaleza, se encontrarían subrepresentados en la región, con menos del 1% si se considera la relación entre el total de la superficie regional y la superficie de los santuarios de la naturaleza declarados y menos del 8% si se considera la relación entre el total de la superficie regional y la superficie de las Áreas Protegidas declaradas en la región”.

Así mismo indico que: “hoy nos encontramos ante una triple crisis ambiental: por una parte, tenemos al cambio climático; por otra, una preocupante pérdida de biodiversidad y además una amenaza de contaminación para las personas y ecosistemas. Todas se interrelacionan entre sí y deben ser enfrentadas de manera decisiva entre todos los actores regionales”.

AMENAZAS PARA EL SANTUARIO Este tipo de cactáceas presentan varias amenazas actuales y potenciales, las cuales se diferenciarán en su grado de afectación según sea la población a la que pertenezcan. Específicamente para la población ubicada en el “Ecosistema de Niebla de Punta gruesa”, las principales amenazas de tipo natural radican en eventos de períodos largos de sequía y presencia de tormentas de arena que generan cortes y daños en los tallos de los individuos, además del cambio climático, sin embargo, son las amenazas generadas por acción del hombre las más destructivas y están relacionadas con actividades productivas mineras, actividades motorizadas fuera de ruta realizadas por jeeperos, extracción de flora para fines comerciales, obras civiles, actividades de ganadería, expansión urbana y actividades productivas a pequeña escala.

GESTIÓN Y ADMINISTRACIÓN DEL SANTUARIO No basta sólo con declarar que este sector de punta gruesa sea un santuario de la naturaleza, se requiere de recursos y capacidades para poder gestionar y administrar estas áreas. La experta botánica e investigadora Sra. Raquel Pinto señala que: “se encuentran trabajando para solicitar al Ministerio de Bienes Nacionales, una concesión gratuita a favor de la Corporación para el Desarrollo del Turismo y Conservación del Patrimonio de la Región de Tarapacá (CORDETUR) para la gestión del área protegida, debido a que esta organización cuenta con experiencia en la gestión turística del territorio de la comuna de Iquique, para ejecutar así actividades de turismo sustentable, fomentando la conservación de la especie Eulychnia iquiquensis, la flora vascular y el patrimonio cultural en el lugar. Asimismo, se plantea que además de ejecutar actividades turísticas controladas en el área, se facilitará la ejecución de investigación y forestación para recuperar esta y otras especies en peligro de extinción en la región de Tarapacá”.

UNA NUEVA RELACIÓN HOMBRE Y NATURALEZA Cambiar drásticamente nuestra relación con la naturaleza es un requisito vital. Proteger y conservar nuestra rica diversidad biológica regional incluye comprender sus comportamientos, interacciones y procesos ecológicos, ya que son precisamente los efectos recíprocos de retroalimentación los que afectan al hábitat y su diversidad. Los ecosistemas son el sustento de la vida de las personas y de las especies que habitan el planeta, y sin ellos no será posible la vida en este planeta.

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